Muchas veces me descubro llorando
otras veces me asombro si sonrío
y las más, sin quererlo me deslío
en un hondo suspiro mientras ando.
Por senderos que van multiplicando
a mi paso las sombras del hastío
sin que nadie sospeche en el gentío
que voy lentamente evaporando.
Aunque a veces, las menos, me figuro
que no todo en la vida es tan oscuro
que ha de haber para el alma que lo añora.
una antorcha encendida de ilusión
que le brinde calor al corazón
y reviva la savia salvadora.
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